martes, 1 de diciembre de 2009

ReSpOnSaBiLiDad sOcIaL eN ePoCa De CrIsIs


Los que saben que una imagen responsable se moldea a través de décadas de esfuerzo persistirán en la sustentabilidad de sus programas. No hay opción: las empresas tienen éxito en el largo plazo gracias a una coherente conducta responsable.

El verdadero desafío de la RSE es tener respuestas a las necesidades sociales no solamente en época de bonanza. Muy especialmente en plena crisis económica global. Es probable que las circunstancias impongan ajustes. Pero lo esencial es mantener el rumbo.

La crisis está entre nosotros. Ante las presiones por reducir costos, los CEOs analizan la conveniencia de mantener los gastos asociados a la Responsabilidad Social.



Este artículo tiene como intención básica reflexionar sobre el fenómeno de la Responsabilidad Social de las empresas, y sobre el peligro de que se vea acorralada contra las cuerdas en un desigual combate contra los efectos de esta crisis.

No se trata de un ejercicio de pesimismo sino de poner sobre la mesa algunas realidades y tendencias.

Crisis global, ¿oportunidad para una RSE de mayor calidad?

Si bien es cierto que, en medio de la incertidumbre, muchas compañías ya están congelando sus inversiones en RSE, otras se están apresurando en "hacer los deberes" para acelerar su transición desde la filantropía hacia las certificaciones.

Existe una conciencia creciente de que la RSE podría ayudar a estas empresas a superar la actual crisis actuando como un factor de resistencia.


Este fenómeno nos inclina a pensar que ya es demasiado tarde como para que la Responsabilidad Social sea una moda pasajera o una víctima prematura de la actual situación económica.

Ahora, se trata de dilucidar cómo mantener viva la llama de la Responsabilidad, repartiendo racionalmente un escaso presupuesto, haciendo mayor énfasis en unos temas mientras se postergan aquellos que supongan mayor nivel de inversión.

Una limitación de estos procesos es la competencia con empresas que no asumen responsabilidad alguna. Un estudio de investigadores británicos, nos informa que las empresas que no practican la RSE obtienen ganancias superiores a las de empresas socialmente responsables. En el Perú son muy pocas las empresas que cuentan con programas de RSE, generalmente operan en mercados monopólicos, sectores regulados o industrias extractivas, donde la competencia es débil o inexistente. Además, algunas de ellas entienden la RSE como un ejercicio de relaciones públicas, y no siempre asumen una conducta responsable con sus proveedores, sus clientes ni con sus propios trabajadores. En general, la mayoría de empresas peruanas tiene aún una conducta irresponsable; en muchos casos el “dumping social” es un medio para sobrevivir a la competencia.

En medio de una crisis internacional que afectará de manera imprevisible a nuestra economía, se esperaría que muchas empresas tiendan, al menos, a replantear sus programas de responsabilidad social (RS).

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